Aplicaciones del EMDR
En la práctica clínica se ha comprobado que el EMDR es un tratamiento efectivo para: personas con estrés agudo y trastorno por estrés postraumático traumas complejos trastornos de personalidad ataques sexuales ataques de pánico duelos complicados trastornos disociativos trastornos de ansiedad adicciones fobias problemas de autoestima problemas somáticos-trastornos somatoformes: dolor crónico, dolor por un miembro fantasma, eccema crónico, problemas gastrointestinales e imagen corporal negativa adicciones sexuales ludopatías disfunciones familiares, conyugales y sexuales víctimas de catástrofes naturales o producidas por el hombre y para mejorar el rendimiento en las áreas laboral, deportiva y de aprendizaje.